La crisis sanitaria supuso un cambio en nuetras vidas, nuestra rutina diaria se vio alterada, todas las personas gracias a su fuerza mental cumplió las normas de los expertos y muchas personas anónimas, a pie de campo ofrecían los servicios mínimos de limpieza, alimentación, otras salvaban vidas y otras apoyaban el proceso enseñanza-aprendizaje.
La escuela no se cerró, sus puertas estuvieron abiertas virtualmente las 24 horas y tanto los alumnos como las familias contribuyeron a que las herramientas y la motivación hacia el aprendizaje ocuparan un escalón muy alto.
La escuela es un lugar que transmite conocimientos, valores, anima y se adapta a la diversidad y elimina desigualdades.Y finalmente TODO SALIÓ BIEN.
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